La Fundació Catalunya Europa reunió ayer a figuras destacadas del panorama político e intelectual en su 8ª Conferencia Anual, celebrada en Barcelona. El acto, dedicado a conmemorar el legado del fundador de la Fundación, Pasqual Maragall, hizo hincapié en la necesidad de construir un proyecto político compartido con perspectiva europea.

Airy Maragall Garrigosa, presidenta de la Fundación Cataluña Europa – Legado Pasqual Maragall, hizo un llamamiento a los partidos políticos e instituciones de Cataluña y España para trabajar conjuntamente hacia una mayor descentralización y coordinación territorial. "Este proyecto debe reconocer la realidad plural del Estado y ser una respuesta a los grandes retos sociales y políticos del momento", afirmó.

El acto empezó con una intervención de Dolors Camats, directora de la Fundación, que destacó el papel de la institución como espacio de diálogo entre el pensamiento y la acción política. "La democracia que defendemos no puede ser un dilema entre valores y economía, sino un compromiso por resolver la vida de la gente con una política útil y cercana", remarcó.

El punto central de la conferencia llegó con la intervención del Lehendakari Iñigo Urkullu, quien ofreció una visión sobre la política democrática como herramienta ética y útil para hacer frente a los grandes desafíos europeos. Urkullu identificó cinco prioridades clave: la paz, la convivencia y la democracia; el desarrollo humano sostenible; el cambio climático y la transformación energética; las cuestiones demográficas y migratorias; y los retos específicos del proyecto europeo.

El Lehendakari también destacó el papel de Cataluña y Euskadi como ejemplos de “otra forma de hacer política”, basada en la gestión rigurosa, la construcción de proyectos comunitarios y la búsqueda constante de acuerdos. En el contexto actual, alertó sobre los peligros de la desinformación y llamó a dignificar la política para poner a la persona en el centro de las decisiones.