ECONOMÍA CIRCULAR: UN GIRO EN EL MODELO PRODUCTIVO
"En el mundo natural los residuos no existen pero los humanos generamos unos residuos tóxicos que a largo plazo hacen insostenible este mundo", nos recuerda el vídeo con el que Sladjana Mijatovic empezó su conferencia "Economía circular: un giro en el modelo productivo". La experta en innovación circular participó el 4 de abril en el ciclo de conferencias "Hagamos frente al cambio climático" de la plataforma Re-City organizado por la Fundación Catalunya Europa con la colaboración de BBVA y el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona y el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya.
¿Que es la economía circular? Esta es la pregunta que responde en dos minutos este vídeo elaborado por la Fundación Ellen MacArthur, una de las instituciones más activas a nivel mundial en la transición hacia la economía circular, y que Sladjana Mijatovic mostró al público asistente a la conferencia moderada por Humberto Llavador, profesor de Economía de la Barcelona Graduate School of Economics y de la Universidad Pompeu Fabra.
De una forma clara, concisa y con multitud de ejemplos, Sladjana Mijatovic explicó ante el auditorio lleno de la Fundación Antoni Tapies, las ventajas de un modelo económico que promueve el reciclaje, la reducción y la reutilización de los productos ante una economía lineal basada en la lógica de producir-usar-tirar que no tiene en cuenta el deterioro de nuestro planeta.
Sladjana Mijatovic habló de su experiencia en Ámsterdam, donde fue jefa de la Oficina de Tecnología de Innovación Circular del Ayuntamiento y desarrolló muchos proyectos de economía circular. Mijatovic es licenciada en arquitectura por la Universidad de Ámsterdam, máster en Diseño Urbano y Planificación de Espacios Urbanos por la Universidad Tecnológica de Delft, y actualmente es responsable de sostenibilidad y economía circular en la empresa holandesa BPD desde donde sigue impulsando procesos de construcción sostenible y circular en los Países Bajos.
La vida como refugiada, su primera experiencia "circular".
Pero su relación con la economía circular comenzó mucho antes, cuando aún no se conocía este concepto. Con solo cinco años tuvo las primeras experiencias en los centros para refugiados de los Países Bajos donde vivió un tiempo con sus padres, cuando tuvieron que huir de la guerra en la antigua Yugoslavia. Sladjana Mijatovic explicó que con el conflicto lo perdieron todo, no tenían ningún bien material y a los refugiados no les dejaban trabajar. Así es como dentro de los centros, los refugiados comenzaron a desarrollar habilidades, aprender oficios, construir objetos y subsistir mediante el intercambio de servicios, el reciclaje y la reutilización, es decir, gracias a lo que hoy conocemos como economía circular. La vida como refugiada fue su primera escuela y donde vivió su primera experiencia de economía colaborativa.
Sladjana Mijatovic alertó que, según las previsiones, "en 2050 el 70% de la población vivirá en ciudades, y por tanto, la concentración de residuos en las ciudades también será muy grande. La única manera de hacerle frente será pensar en una nueva manera de consumir y producir, y la economía circular puede ser una solución al problema ". Y por eso, es necesario también un cambio de mentalidad, de los gobiernos, empresas y ciudadanos: "si queremos cambiar las ciudades, tenemos que empezar a hablar de ciudadanos circulares" dijo Mijatovic, convencida de que entre todos podemos "repensar y rediseñar nuestro futuro " para avanzar hacia la economía circular. Un nuevo sistema de producción que comienza con el diseño de los productos para que éstos nunca pierdan el valor y puedan seguir teniendo diferentes usos en el futuro. De este modo, los bienes de hoy pueden convertirse en los productos del mañana, y esto también puede convertirse en un negocio.
La economía circular, también puede convertirse en un negocio.
En Holanda, por ejemplo, ya hace tiempo que han visto las oportunidades de negocio y el gobierno se ha fijado como objetivo para 2050 que el 100% de la economía sea circular. Según un estudio del gobierno, los sectores más dinámicos y con más posibilidades en los Países Bajos, son la construcción que aporta 85 millones de euros al año de valor añadido con la economía circular y el sector de la alimentación que llega a 150 millones de euros al año.
Por ello, ya se están llevando a cabo experiencias de reciclaje y reutilización en estos sectores, como en el caso de los festivales de música que cada año se gastan 700 millones de euros en Holanda. En pocos días, miles de personas consumen mucha comida y generan grandes cantidades de residuos que se pueden reducir, reciclar y reutilizar con la economía circular y el comercio de proximidad.
Así, de los residuos orgánicos hacen abono (se ha descubierto que los restos del café van muy bien para la producción de champiñones), se han recuperado antiguas tradiciones como aprovechar las aguas de las lluvias para hacer cerveza (de ahí el nombre de la marca de Rainbeer) o se ha creado un restaurante que sólo cocina con el stock sobrante de los supermercados y por eso el menú se decide el día antes en función de los productos que les llegan.
Pero hay más ejemplos, como una empresa participada al 50% por el Ayuntamiento que separa las aguas sucias de 8 mil viviendas para extraer los nutrientes o hacer biogás para calentar las casas. O también, el proyecto De Ceuvel, una zona de Ámsterdam que estaba extremadamente contaminada, y que un grupo de empresas transformó en un espacio urbano utilizando la creatividad y construyendo una serie de casas-barco, conectadas entre sí con unas pasarelas de madera donde han crecido plantas y vegetación, y que hoy en día albergan oficinas, estudios y talleres para empresas creativas y sociales, un restaurante, cafetería y un bed & breakfast. Además, es un espacio totalmente autosuficiente, que se abastece de agua caliente y electricidad gracias a la energía solar, con sistemas de recogida de lluvia, y con el uso de las últimas tecnologías sostenibles para mejorar la biodiversidad de la zona.
Para fomentar la cultura circular, el Ayuntamiento también impulsó una iniciativa muy singular que tuvo mucho éxito. En una nueva promoción de viviendas se ofreció un talón de 25.000 euros a los nuevos inquilinos para amueblar y decorar sus casas pero con la condición de que sólo podían utilizar materiales y objetos de segunda mano o reciclados. Tras la sorpresa inicial, todos aceptaron el trato y siguieron un proceso de aprendizaje y asesoramiento con arquitectos profesionales con resultados muy satisfactorios, ya que cada vivienda tuvo su propia identidad con una decoración totalmente circular.
Estos son algunos de los 73 proyectos que el Ayuntamiento de Ámsterdam tiene expuestos en esta página web. Todos ellos, demuestran que la economía circular es una buena solución que, además de ser sostenible, también genera negocio y crea nuevos puestos de trabajo.