El 2 de marzo, la Fundación Cataluña Europa y Ekona Centro de Estudios organizó un seminario sobre el libro “Reclaiming the State”, recientemente publicado por el economista australiano Bill Mitchell y el periodista italiano Thomas Fazi. El seminario lo moderó el economista Jordi Angusto.
El libro se basa en tres pilares; primero, el concepto marxista de conflicto de clase, segundo, el foco keynesiano del pleno empleo, y finalmente, la teoría monetaria moderna, representada por el concepto que no son los ahorros los que crean crédito, sino las inversiones.
El libro explica cómo el neoliberalismo ha impuesto su agenda eliminando las competencias que el estado utiliza para proteger a sus ciudadanos y para mantener el estado del bienestar. Según los autores, la Unión Europea y el Euro son los mejores ejemplos de estos fenómenos, ya que pertenecer a la Unión Económica y Monetaria implica renunciar al gasto fiscal (déficit de gastos) y la capacidad monetaria. Por lo tanto, los autores proponen reclamar el estado nación para garantizar la justicia social a través de la supervivencia del estado del bienestar y el pleno empleo.
EL SEMINARIO
Según los autores, hay dos grandes obstáculos para la creación de un Estado Federal Europeo completamente operativo.
1. Diferentes Identidades Nacionales:
Según Thomas Fazi, no hay una lengua común a nivel europeo, ni tmpoc el mismo sistema de valores (los valores de los países del norte relacionados con la deuda y la economía se oponen a los de los países del sur), y sin duda no hay una narrativa compartida de la historia. Son barreras para la creación de un Estado europeo común.
Además, una unión federal necesita legitimidad democrática y una cultura compartida, lo que aún no existe en la Unión Europea. Las capacidades democráticas (soberanía fiscal y monetaria) han sido transferidas a la Unión Europea antes de tener una cultura política común, siguiendo un camino opuesto de otros sistemas federales (Estados Unidos, Alemania o Australia).
En la opinión de Mitchell y Fazi, no estamos nada cerca de una identidad europea, ya que los europeos aún se definen según su identidad nacional. Esto puede parecer trivial, pero es fundamental, ya que para hacer que los ciudadanos participen realmente en la Unión Europea deben tener un sentimiento de pertenencia. Incluso si se quisiera lograr un consenso para crear un sistema federal europeo, la construcción de una arquitectura para hacerlo posible es muy difícil, ya que esto requeriría que todos los estados miembros del Consejo Europeo coincidieran simultáneamente en un camino compartido por en Europa, decidiendo cambiar los tratados.
De hecho, si observamos los Estados Unidos o Australia, las verdaderas instituciones federales se crearon ciento veinte años después de la constitución de la Unión y, observando la Unión Europea en contraste, podemos argumentar que la Unión Europea no tiene una historia muy larga.
2. Oposición arraigada a las transferencias fiscales:
Otro problema clave sobre la construcción de la Unión Europea es que un sistema federal totalmente funcional requeriría transferencias fiscales, desde las regiones más ricas hacia las regiones pobres. Es un hecho bien sabido que los países del norte de Europa (véase, por ejemplo, la Declaración Conjunta de 8 ministros de Hacienda, publicada el 6 de marzo) se oponen a este hecho, a causa de una visión arraigada sobre el economía que se comparte a través de todo el espectro político en estos países.
Esta Federación Fiscal Europea debería ser democrática para ser legítima, que no es el caso de la UME. Para crearla, en opinión del autor, debería haber una lealtad política hacia la federación que no existe.
En resumen, la idea que actualmente podemos transformar el sistema europeo en un sistema funcional para todos los países es totalmente ilusorio.
· Cataluña
Ellos argumentan, que para convertirse en totalmente independiente, Cataluña debería salir de la UE y de la UME. Por otra parte, Pere Almeda, de la Fundación Catalunya Europa, subrayó que España no es un estado nación, sino que es un estado multinacional, y el conflicto de hoy en día es sobre la lucha por una gobernanza autónoma, reforzando la democracia y creando un marco constituido de identidades plurales y de una gobernanza multinivel.
De acuerdo con Thomas Fazi, ha habido una emergencia de movimientos ligados a la identidad regional en toda Europa. Según él, todo esto también está relacionado con la arquitectura europea, que crea una escasez artificial a través de las restricciones institucionales. Los países, privados de sus herramientas fiscales y monetarias, no pueden redistribuirlas a través de las regiones, ya que para ello se necesita una soberanía fiscal que crea tensiones regionales.
Paradójicamente, la Unión Europea, que ha tenido que acercarse países, ha aumentado la tensión entre países como las tensiones dentro de los países, y todo ello se debe a la arquitectura de la Eurozona.
· El euro
Según Fazi, la Unión Monetaria y Económica ha creado una escasez artificial de recursos públicos debido al 3% del déficit límite de los presupuestos públicos y la incapacidad de ejercer su soberanía monetaria y fiscal. Esta soberanía permite a los estados gastar su déficit o financiarlo mediante una expansión monetaria cuando se necesita activar los recursos improductivos de la economía. Hoy en día, las regulaciones macroeconómicas están hechas a través las devaluaciones internas, que imponen una carga considerable a sus trabajadores y que incrementan las desigualdades empeorando las injusticias sociales. Estos autores abogan por un cambio de los objetivos de los bancos centrales para otorgarles una legitimidad democrática.
· La construcción de una Unión Europea antidemocrática
Bill Mitchell explicó que el Informe Werner (1970) y el Informe MacDougall (1977) aconsejaban que una unión monetaria que funcione en Europa no se podría crear sin un proceso democrático escrupuloso, añadiendo que estas condiciones para conseguir una unión así no existirían en un futuro próximo. El Informe Delors (1989), hecho por neoliberales escogidos por Delors, ignoró los dos últimos informes y expresó que esta integración sería efectiva. Según Mitchell, ningún gobierno federal toleraría el nivel de disparidad que ha emergido desde la integración de la moneda.
En otras palabras, tal como sugiere Fazi, cada paso hacia el proceso de la construcción Europea, desde la creación de un sistema monetaria, el mercado único gracias al Tratado de Maastrich y al establecimiento de la Eurozona han sido esenciales y con el propósito de separar la responsabilidad democrática desde una política macroeconómica. De acuerdo con las palabras de Fazi, creer que podemos democratizar este sistema con los Tratados actuales es una ilusión.
Mitchell y Fazi no están en contra de una gobernanza internacional per se, porque creen que la cooperación internacional es necesaria para afrontar los problemas globales que no pueden solucionarse de otra manera, como por ejemplo el cambio climático.
· El papel del estado-nación hoy en día
La idea de volver al estado-nación fue cuestionada al seminario, afirmando que este concepto ha quedado hoy en día obsoleto. Se argumentó que la gobernanza multinivel es necesaria y el principio de subsidiariedad también.
Bill Mitchell respondió que el cambios más importantes que han tenido lugar, funcionan a través del estado nación. El único espacio donde la democracia ha ocurrido ha sido a nivel estado. La globalización no trasciende del estado-nación, pero pasa por él. Además, Thomas Fazi explica que el estado-nación es central para la gestión económica, incluso en la era neoliberal, ya que para hacer que el capitalismo sobreviva, el estados deben intervenir a gran escala.
Fazi añade que antes de centrarnos hacia el supra-nacionalismo, deberíamos enfocarnos hacia el internacionalismo (que es lo que históricamente la izquierda siempre ha luchado). Es importante tener naciones soberanas independientes, que puedan reunirse y estar de acuerdo con algunas políticas. Esto es completamente diferente del supra-nacionalismo, donde las políticas se imponen desde arriba de manera antidemocrática.
Según Angusto también de la Fundación Cataluña Europa los autores sobrevaloran la capacidad de emisión de moneda propia. Por un lado, los desequilibrios comerciales mundiales actuales se dan entre países con moneda propia, como los EU y UK, como principales países deficitarios, y la UE y China, como principales países con superávit; esto invalida la afirmación de que fuera del euro países como Grecia o España no habrían llegado a tener una deuda exterior como el que obligó a su rescate. Por otra parte, con moneda propia o sin ella, un país que necesite o quiera inversión o financiación exterior debería igualar o mejorar la tasa de ganancias que se pueda obtener a un destino alternativo, obligando a ajustar los salarios en función de la productividad del país; y no queda claro que este ajuste no sea igual o superior a la austeridad impuesta con los rescates de la UE + FMI.
Del mismo modo que con los retos que son globales como el cambio climático, son imprescindibles los acuerdos internacionales para fijar las reglas de la competencia mundial y evitar que ésta se transforme en el dumping salarial actual. De lo contrario, ningún país aislado puede librarse de ellas, como no puede evitar aisladamente los efectos del cambio climático.