“Es importante que se parta de la premisa que la desigualdad es un problema”, aseguraba Joan Carles Gallego, ex secretario general de Comisiones Obreras en Catalunya, durante la presentación de “Explorando los Límites del Consenso para Combatir las Desigualdades”, un documento con más de 50 propuestas dirigidas al ámbito de la empresa, del trabajo, de las instituciones y de las políticas públicas y de la fiscalidad, que pretende ser un punto de partida para debatir y reflexionar sobre cuál es el consenso social para avanzar hacia una sociedad más equitativa.
Este documento surge de las distintas propuestas de los coloquios entre expertos internacionales en el ámbito de las desigualdades, Joseph Stiglitz, Kate Pickett, Jacob S. Hacker, Gabriel Zucman, Frank Moulaert, Marisol García, Colin Crouch, Andrew Williams, Paula Casal, Marc Fleurbaey y Manuel Castells y representantes del mundo empresarial, sindical e institucional y que ha impulsado la Fundación Catalunya Europa en el marco del proyecto “Re-City”.
Gemma Sendra, una de las impulsoras de este proyecto, destacó la importancia de la plataforma Re-City que cuenta con el apoyo de entidades públicas y privadas para abordar distintos ejes considerados los grandes retos globales, las desigualdades, el cambio climático o el cambio tecnológico. Las propuestas que se presentaron corresponden al Ciclo “Combatir las Desigualdades” que se inició en 2017.
“El documento es una apuesta para llevar las desigualdades a debate”, afirmaba Pere Almeda, quien coordinó el reto “Combatir las Desigualdades”. Cada una de las sesiones del ciclo constó con una conferencia, un seminario con académicos y una cena-coloquio con representantes empresariales, sindicales y políticos. Las sesiones se usaron para abordar distintos aspectos de las desigualdades como los efectos y las consecuencias de la inequidad, los paraísos fiscales, los efectos de las desigualdades en la política, las consecuencias de la desigualdad sobre la salud e incluso las desigualdades y el cambio climático. Pere Almeda considera que las desigualdades son uno de los grandes retos contemporáneos que los debates y la agenda política del país en los que tendrían que centrarse.
Por su parte, el catedrático de la Universitat Autònoma de Barcelona, Xavier Ramos, que ha coordinado la red de académicos sobre desigualdades, resaltó la importancia de implicar el mundo empresarial en el debate sobre desigualdades. Las empresas, dice ramos, tendrían que estar interesadas en combatir las desigualdades porque les beneficia. De una forma indirecta, porque una situación muy desigual puede perjudicar el crecimiento económico. Y de una manera más directa, porque la desigualdad tiene un efecto muy perjudicial para la confianza, y nuestras sociedades se basan esencialmente en la confianza. Dentro de las empresas, una disminución de las desigualdades mejora la cohesión y el bienestar de los trabajadores que terminan siendo mucho más productivos. Son necesarios unos niveles de dispersión salarial razonable y socialmente admisible, afirmaba el académico.
Uno de los participantes en los debates previos a la elaboración del documento “Explorando los Límites del Consenso” ha sido el secretario general de CECOT, David Garrofé, que reconocía que una brecha salarial más baja mejora la productividad de las empresas. En este sentido, afirma Garrofé, las empresas familiares suelen ser un buen ejemplo de esta práctica. “A partir de una correlación de 1/50 la presión fiscal tendría que ser mucho más fuerte”, afirmó Garrofé. También considera que los trabajadores deberían tener una participación en los resultados trimestrales, una práctica que ya se está implementando muy frecuentemente en las start-ups.
“El salario mínimo no debería darnos miedo”, aseguraba Garrofé. Al mismo tiempo una reestructuración profunda del modelo ocupacional del país es necesaria para dar salida a los trabajadores poco formados y que tienen un riesgo de ver su sitio substituido por la tecnología. Finalmente, también considera que las exigencias no pueden ser las mismas para pequeñas y grandes empresas.
“Es importante que se haya partido de la premisa que la desigualdad es un problema”, dice Joan Carles Gallego, ex secretario general de CCOO en Cataluña. Para Gallego, hay una relación importante entre sindicación, niveles de ingresos y desigualdades. Los datos muestran que a menor sindicación, más desigualdad. “Por lo tanto”, dice Gallego, “es necesario que los sindicatos tengan un papel de contrapeso en las empresas, y al mismo tiempo, es necesario que se adapten al entorno actual, para poder dar respuesta a los trabajadores que entran y salen del mercado de trabajo o aquellos que trabajan en micro empresas”.
Otro de los participantes en el documento ha sido el ex director general del Círculo de Economía y empresario, Jordi Alberich, que afirmó que una gran parte de las propuestas solo pueden ser conducidas por un ente supranacional, en este caso, la Unión Europea. “El papel de la Unión Europea es fundamental, hay que avanzar hacia una armonización de los impuestos”. Pese a todo, afirma Alberich, desde las instituciones más cercanas también se puede avanzar. Alberich destacó la importancia de experimentar con nuevas medidas ante una sociedad en cambio. “Las instituciones públicas tienen que tener el coraje de experimentar”, afirmaba el empresario. El reto es que en estos momentos de revolución tecnológica no haya muchos ciudadanos que se queden a medio camino.
La clausura del acto fue a cargo de Albert Castellanos, director general de vicepresidencia y de economía y hacienda de la Generalitat de Catalunya, que destacó la importancia de ver el mundo empresarial como un agente de transformación social. Para Castellanos, las propuestas que presenta “Explorando los límites del Consenso”, tienen dos valores diferenciales, en primer lugar, la voluntad de crear un debate desde Cataluña con ambición internacional y, en segundo lugar, se trata de una de las propuestas que pretenden explicar cuál es la aportación de Cataluña en el mundo.