La búsqueda de una vacuna contra la Covid-19 ha sido uno de los grandes retos y una de las grandes esperanzas de esta pandemia. Una vez aprobados los fármacos sin embargo, el desafío es aún mayor: por un lado, surge la necesidad de lograr una producción masiva de los virales y, por otro, deben subministrarse estas vacunas a la población lo más rápido posible.
Para hablar sobre el papel de Europa en la negociación por la compra de las vacunas y la gestión posterior, hemos invitado a la edición del "Café Europa" del mes de marzo a Roser Domènech Amadó, jefa de comunicación de la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea y Rafael Vilasanjuan, director de Análisis y Desarrollo Global en ISGlobal. Café Europa es una iniciativa de la Fundación Catalunya Europa y Horitzó Europa.
La estrategia europea en la compra de vacunas ha pasado, desde el principio, "para la obtención de vacunas eficaces y seguras, con el menor tiempo posible, de producción masiva y asequible y para todos los europeos", asegura Domènech. Por este motivo, la Comisión Europea optó por la estrategia de los acuerdos participados, es decir, acuerdos que compartían el riesgo con las empresas, lo que les permitió acordar la compra de vacunas cuando aún estaban con fase de investigación. Por eso, entre agosto de 2020 y enero de 2021, la Comisión Europea firmó 6 contratos por valor de 2.700 millones de euros, con el objetivo de diversificar las posibilidades de éxito en la obtención de una o varias vacunas eficaces y asequibles.
La compra de vacunas, un éxito europeo
"Si Europa no hubiera sido unida en materia de vacunas, probablemente el único país que a día de hoy tendría dosis, sería Alemania". Así de clara se ha mostrado Roser Domènech que defiende que, a pesar de los obstáculos, la compra de vacunas se debe valorar como un éxito de los 27. También lo ve así el director de Análisis y Desarrollo Global a ISGlobal, que considera que la compra de vacunas conjunta ha sido "el primer movimiento nacionalista de la historia de Europa".
Domènech pero, también hace autocrítica y considera que puede haber un cierto punto de ingenuidad en la negociación por las vacunas. Y añade que, más que competencias, en Europa necesita una agencia encargada de la negociación, como la que existe en Estados Unidos. "La UE no tiene mecanismos específicos para ello y, por tanto, la negociación es más compleja", asegura Domench.
Los incumplimientos flagrantes de AstraZeneca también es uno de los temas que preocupa a la Unión Europea. Al respecto, la jefa de comunicación de la Dirección General de Salud explicó que la Unión Europea es el único miembro de la OCDE que es productor de vacunas y que actualmente está exportando. Concretamente, la Unión ha distribuido 88 millones de dosis en Europa y ha exportado 77 millones, 21 de los cuales con destino a Gran Bretaña. Para Domènech, el debate no es prohibir o no prohibir la exportación pero sí que hace falta más transparencia sobre la distribución de estas dosis fuera de la UE.
A pesar de los obstáculos pero, Domènech mantiene que las perspectivas de suministro de vacunas para el 2º semestre de este 2021 hacen que "parezca razonable que el final del verano se haya podido conseguir vacunar al 70% de la población adulta".