Políticas municipales de vivienda: Áreas estratégicas, suelo y planes locales
Los retos en vivienda no son nuevos pero sí que han crecido de manera muy notable durante las últimas dos décadas y, especialmente, tras la crisis financiera de 2008. Los problemas de vivienda no tienen que ver sólo con el acceso, sino también con el mantenimiento, el endeudamiento y otras dificultades que se derivan del ascenso de precios, especialmente en el parque de alquiler.
Para abordar los retos de la vivienda desde diferentes ángulos, la Fundación Catalunya Europa, junto con la Oficina en Barcelona del Club de Roma y la Fundación la Caixa han puesto en marcha las Jornadas Municipalistas sobre vivienda, en el marco del ciclo "La transformación de la ciudad ". El programa cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, el AMB, la Diputación de Barcelona los ayuntamientos de Santa Coloma de Gramenet y Sant Boi de Llobregat y la colaboración del PEMB y Barcelona Global.
La primera de las mesas redondas, sobre las políticas municipales de vivienda, áreas estratégicas, suelo y planes locales, ha contado con la participación del alcalde de El Prat, Lluís Mijoler, la alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlon y la concejala de vivienda y rehabilitación del Ayuntamiento de Barcelona, Lucía Martín. La moderación ha corrido a cargo de Oriol Nel·lo, profesor de geografía en la UAB y miembro del patronato de la Fundación Catalunya Europa.
Nel·lo explica que hace unos años, "se pusieron unas grandes expectativas con el tema de las reservas de suelo para vivienda protegida, y ahora también en ponemos con la regulación de los alquileres". Aún así, la situación de la vivienda no ve mejoras sustanciales ni desde el punto de vista del acceso ni del mantenimiento. En cambio, sí hay expectativas de mejora derivadas de los Fondos Next Generation de la Unión Europea, que permitirán destinar una suma económica importante a políticas de rehabilitación de viviendas.
Para el alcalde de El Prat, Lluís Mijoler, el debate sobre la vivienda llega tarde. Afirma que los municipios se encuentran solos, sin suficiente competencias ni recursos para avanzar en el derecho a la vivienda y constata, como también lo hace la alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlon, que desde el mundo local se han asumido responsabilidades en vivienda que no les correspondían - o que no correspondían sólo a los ayuntamientos, ya que éstos tienen una capacidad financiera y de endeudamiento limitada. En la zona metropolitana, además, se añade la dificultad de la escasez de suelo urbanizable.
Mijoler sostiene que, la legislación avanzada en materia de vivienda contrasta con la abstención económica de la Generalitat, así como de otros entes locales. El alcalde de El Prat también ha reclamado la gestión exclusiva de alquileres por parte de los equipos locales y defiende la implicación de actores públicos y privados con el fin de incrementar el parque de viviendas asequibles. Una de las iniciativas que ha llevado a cabo el Ayuntamiento del Prat de Llobregat en este sentido ha sido la asociación con la Cooperativa Obrera de Viviendas (COV). En este caso, el consistorio les cedió un solar para que desde la cooperativa se promoviera la construcción de vivienda asequible. De las viviendas surgidas, un 25% son los cooperativistas, entre un 10 y un 15% para atender situaciones de emergencia y exclusión residencial (gestionado por el Ayuntamiento) y el 60% restante para la ciudadanía inscrita en el registro de sol demandantes.
Núria Parlon, alcaldesa de Santa Coloma, considera que la vivienda siempre se ha planteado como una propiedad privada y no como un bien público. Por ello, el acceso, la tenencia y la conservación se encuentran marcados por las desigualdades de renta. Parlon considera que "en un país donde siempre ha predominado la propiedad privada, hay que hacer una apuesta por la cultura de alquiler a lo largo de la vida". Las necesidades de vivienda van cambiando a lo largo de los años, afirma Parlon: "No necesitamos tantos metros cuadrados cuando somos jóvenes, en cambio, necesitamos un espacio mayor si formamos una familia o no podemos vivir en un 5º sin ascensor cuando tenemos problemas de movilidad".
La alcaldesa de Santa Coloma sostiene que tradicionalmente se ha invertido mucho en los espacios públicos y, en cambio, el parque de viviendas es antiguo y, en algunos casos, incluso se puede considerar como infravivienda. La apuesta de Santa Coloma de Gramenet, explica Parlon, es el desarrollo de áreas de conservación y rehabilitación en aquellas zonas con mayores problemas sociales, así como las promociones de vivienda específicas para atender a los diferentes ciclos de la vida, entre los que, una promoción para garantizar la vivienda en régimen de alquiler a personas jóvenes y otra promoción destinada a personas especialmente vulnerables, como son las mujeres en situación de violencia machista.
Por su parte, la concejala de vivienda y rehabilitación del Ayuntamiento de Barcelona, Lucía Martín, denunciaba que durante los últimos 40 años las políticas de vivienda, tanto en Cataluña como en España, han favorecido la especulación y el tratamiento como un bien de mercado y no como un bien de primera necesidad. Actualmente, el parque público de alquiler es de un 2%, un porcentaje muy alejado del 30% de algunas ciudades europeas. En España y en Cataluña se hizo muy vivienda pública de venta, que al cabo de unos años se descalificaba y volvía al parque privado.
Martín se ha mostrado favorable a la cooperación con actores privados, evitando la especulación y apostando por la generación y gestión de vivienda de alquiler asequible que, a pesar de generar unos beneficios, lo hacen de manera limitada y a largo plazo. Uno de los ejemplos que se está llevando a cabo en Barcelona actualmente es el Operador Metropolitano que no sólo construye sino que también compra viviendas para incorporarlos al parque de alquiler asequible. Este operador es una empresa público-privada en la que la AMB y el Ayuntamiento aportan el sol, mientras que el socio privado construye y gestiona las viviendas. Uno de los objetivos, atraer capital privado que actualmente está en inversiones especulativas y derivarlo en inversiones más éticas.
¿Cuáles son, por tanto, las perspectivas de futuro? Oriol Nel·lo opina que hay que aspirar a un equilibrio de regímenes de tenencia, esto es, un 30% de libre propiedad, un 30% de alquiler de mercado y un 30% de vivienda social. Pero son cifras aún lejanas y que difícilmente se podrán conseguir si se trabaja municipio a municipio. Es pues, imprescindible, impulsar estos objetivos a escala metropolitana y, sobre todo, desde una perspectiva de una política general sobre la vivienda que integre todos los actores, con el protagonismo de los ayuntamientos.