Las relaciones entre la Unión Europea y Rusia han centrado el debate del último Café Europa de la temporada, que ha contado con la participación del eurodiputado del grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo, Javi López, y la investigadora del CIDOB especializada en Países del Este, Carmen Claudín.
"Se tiende a menospreciar Rusia y su influencia es importante", decía el eurodiputado. Para Javi López, hay que seguir trabajando codo a codo con Rusia, especialmente en temas de salud pública, cambio climático y asuntos económicos. Por su parte, Carmen Claudín consideraba un acierto centrar el debate en estas tres prioridades ya que "se pueden trabajar a nivel tecnocrático". Según la investigadora, la posición política que ha adoptado Rusia hace que sea un país con el que se pueda "hablar pero no dialogar". El diálogo con el Kremlin dice, "conlleva renunciar a los principios y valores europeos".
Sin embargo, López considera que se debe seguir hablando con Rusia sobre derechos humanos, al tiempo que se limita sus intentos de injerencia. Sobre todo, dice López, hay que poner la línea roja en el respeto a la soberanía de los Estados europeos y, particularmente, aquellos que forman parte de su zona de influencia tradiciones. Y es que Rusia, afirmaba Claudín, considera su espacio de interés vital la totalidad de la antigua URSS. Por lo tanto, por el Kremlin, esta zona no forma parte de la política exterior, sino que trata la política hacia estos países como un asunto interno. Sin embargo, la política exterior de al UE se encuentra con la limitación de la unanimidad y algunos países tienen lazos muy fuertes con Rusia, especialmente la Hungría de Orban. La falta de una posición clara de la UE, por tanto, fortalece Rusia ante Europa.
Claudín consideraba que Rusia es menos poderosa de lo que parece, pero eso no hace que su influencia exterior sea menos relevante. O en palabras de Javi López, Rusia no tiene "capacidad para una confrontación directa, pero tiene mucho poder de hackeo" Últimamente, además, Rusia ha puesto en marcha una estrategia de soft power basada en el suministro de vacunas aunque, según la investigadora, está teniendo problemas para cumplir con los compromisos adquiridos.
Rusia, China y la UE
Rusia mantiene con China una relación muy desequilibrada, explicaba Carmen Claudín. Consciente de estas limitaciones, rusia acepta ser un junior partner del gigante asiático, lo que no acepta ni con Europa ni con Estados Unidos. Pero el pacto China-Rusia no es especialmente sólido ni tampoco parece claro que tenga capacidad de durar a lo largo del tiempo. En este sentido, la estrategia de la UE puede ser determinante para situarse como un puente entre China y Estados Unidos.
Cafè Europa es una iniciativa de la Fundación Catalunya Europa y Horitzó Europa