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Alcaldes de la RMB reclaman más capacidad de decisión y un aumento de la cooperación entre municipios



Las desigualdades ya no sólo se observan dentro de las propias ciudades, sino que los 164 municipios que forman la Región Metropolitana de Barcelona presentan diferencias de renta sustanciales. La problemática supera el ámbito local y requiere un replanteamiento supramunicipal. Las jornadas "Las desigualdades sociales, los recursos municipales y la financiación metropolitano", organizadas por la Fundación Catalunya Europa, el Pla Estratègit Metropolità de Barcelona, ??PEMB, y Club de Roma, abordaban esta temática con dos mesas redondas que contaron con la participación de personal técnico, académico y alcaldes de la región metropolitana.

La crisis de la Covid-19 supuso una modificación legislativa que permitía el uso de remanentes y superávits por parte de los ayuntamientos. "Este hecho ha creado aún más diferencias en todo el territorio para que el punto de partida no es el mismo", explicaba Olga Arnau, alcaldesa de Vilanova i la Geltrú. Mireia Ingla, alcaldesa de Sant Cugat, también destacaba las diferencias entre ayuntamientos, hecho que implica respuestas diferentes. En Sant Cugat, por ejemplo, el paro estructural no es un problema pero, en cambio, sí que hay graves dificultades de acceso a la vivienda, explicaba la alcaldesa. Por otra parte, Antoni Balmón, alcalde de Cornellà de Llobregat y vicepresidente ejecutivo de la AMB, ponía el foco en la capacidad de los ayuntamientos para hacer políticas redistributivas que afecten las condiciones del espacio público. Más allá de esto pero "los municipios sólo pueden hacer políticas de combate", se quejaba Balmón.

Alcaldes y alcaldesas constataban que los ayuntamientos asumen más competencias de las que les corresponden. "A veces nuestras respuestas sólo pueden ser paliativos, porque tenemos la necesidad de hacer contención de la emergencia social", decía Lluïsa Moret, alcaldesa de Sant Boi de Llobregat.

Ante una situación de aumento de desigualdades, los representantes locales coincidían con la necesidad de una mayor implicación por parte del resto de instituciones públicas, especialmente la Generalitat y el Estado, y un aumento de la presencia de los entes locales en los espacios de decisión. "Es necesario que haya marcos de referencia y de actuación conjuntos a nivel estatal", defendía Moret. Por otra parte, Xavier Fonollosa, alcalde de Martorell, reclamaba un esfuerzo por parte de las instituciones a fin de crear políticas que favorezcan la creación de riqueza, de actividad económica y bienestar. Fonollosa y Arnau también destacaban un fenómeno reciente, y es que la gentrificación ha generado un crecimiento poblacional en las ciudades de la segunda corona. Arnau denunciaba que este fenómeno ha provocado "una infradotación de recursos que no responde a la población actual".

A la pregunta de la moderadora, Maite Vilalta, profesora de economía pública en la Universidad de Barcelona, ??sobre si los ayuntamientos estarían dispuestos a perder autonomía tributaria a favor de una visión más coordinada y colaborativa, Antoni Balmón, apostaba por la creación de un catastro metropolitano, mientras que Arnau y Fonollosa defendía la adopción de espacios coordinados y colaborativos y la mejora de la gobernanza supramunicipal.

En este mismo sentido, Toni Merino, gerente del Ayuntamiento de Mataró defendía que "la crisis de la Covid-19 ha puesto en evidencia que el modelo de administración actual no es eficaz". Por ello, proponía la creación de herramientas comunes, aprovechando los instrumentos de los que ya disponen los municipios, para poder comunicar e intercambiar datos entre municipios.

Desde la AMB, Guillem Espriu, coordinador de políticas sociales del ente supramunicipal, explicaba que la AMB ha constatado una rotación de personas pero que este fenómeno no ha cambiado el mapa de desigualdades de la Región Metropolitana. "Esto significa que nos faltan capacidades para corregir las desigualdades", reconocía Espriu.

Laia Ortiz, directora de Acción Social en el Ayuntamiento del Prat de Llobregat, también reivindicaba la necesidad de una gobernanza metropolitana. Lo ejemplificaba con la cuestión de la vivienda, ya que, según ella: "La lejanía hace que la Generalitat no pueda reaccionar ante la vunlerabilitat de ciertos territorios, y los ayuntamientos no suelen tener la capacidad gestora para hacer frente a las necesidades del su municipio ".

Esta necesidad de reforma también la defendía Sergio Porcel, investigador del Institut d'Estudis Regionals i Metropolitans de Barcelona (IERMB). Porcel explicaba que el estado del bienestar tiene graves dificultades para hacer frente a los riesgos emergentes, como la garantía de rentas, la precariedad del mercado laboral o los cuidados, que no tienen una solución fácil para la administración pública. Además, los municipios y los barrios más vulnerables dejaron de recibir financiación específica con el paro de la Ley de Barrios de la Generalitat de 2010.

Para Lluís Torrens, director de Planificación e Innovación Social del Área de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Barcelona, ??hay dos grandes grupos afectados por las desigualdades, por un lado, las personas que forman parte de la bolsa persistente de paro de larga duración de mayores de 45 años, que acabarán con pensiones contributivas muy bajas y, por tanto, sufrirán durante toda la vida las consecuencias de la pobreza. Y, por otra parte, la población más joven, que ha sufrido un proceso de pauperización. Este empobrecimiento se materializa especialmente en la falta de acceso a la vivienda, ya que ni pueden comprarlo ni pueden ahorrar para hacerlo más adelante. "Sus sueldos han bajado un 28% en términos reales en los últimos 10 años", explicaba Torrens.

Para concluir

Algunas de las conclusiones extraídas de las jornadas municipalistas:

  • Más coordinación entre municipios: Alcaldes y alcaldesas, así como personal académico y técnico, reclaman más coordinación, no sólo entre los municipios que forman parte del área metropolitana, sino también de los municipios que conforman la región metropolitana.
  • Soluciones diferentes para realidades diferentes: La mayoría de los grandes retos que enfrentan hoy los municipios traspasan el ámbito metropolitano y, por tanto, es necesario un abordaje supramunicipal. Todo ello, sin perder de vista que los municipios presentan diferencias sustanciales entre sí y, por tanto, sus necesidades también son diferentes
  • Más capacidad de decisión para los municipios: La pandemia ha constatado que los ayuntamientos son la administración de primera línea en situaciones de emergencia. Son los que más conocen la realidad de su territorio y, por tanto, pueden tener una capacidad de reacción más rápida. Alcaldes, alcaldesas y representantes municipales reclaman más capacidad de decisión en temas como vivienda, educación o salud.


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