ESTA DÉCADA SERÁ FUNDAMENTAL PARA EL TRANSPORTE FERROVIARIO.
La tercera sesión de las Jornadas Municipalistas estuvo dedicada a una cuestión esencial para la movilidad y conexión del territorio mediante el transporte público. Bajo el título "¡Subamos al tren!" el debate se centró en las oportunidades y dificultades de los proyectos ferroviarios en el ámbito metropolitano: Cercanías, Metro del Vallés, Metro del Baix Llobregat, etc. así como su integración en el tejido urbano y con otras modalidades de transporte.
En la presentación del acto, el director de la Fundación Catalunya Europa, Pau Mas, y el vicepresidente de la Sociedad Catalana de Ordenación del Territorio (SCOT), Marc Montlleó, pusieron de manifiesto la necesidad de realizar una gestión más inteligente del sistema de transporte, hecho fundamental para reducir la contaminación y mejorar la movilidad, en un contexto de emergencia climática como el actual.
El debate celebrado en el Palau Macaya fue moderado por Oriol Biosca, miembro de la Junta de la SCOT, y contó con Laia Bonet, concejala de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona y vocal de ATM; Pere Macias, coordinador del Plan de Cercanías de Cataluña; Ricard Font, secretario general del Departamento de la Vicepresidencia y de Políticas Digitales y Territorio de la Generalidad de Cataluña; Gemma Badia, alcaldesa de Gavà; y Adrià Ramírez, presidente de la asociación para la Promoción del Transporte Público (PTP).
El debate se inició con un repaso de la situación actual de las infraestructuras ferroviarias, para fijar las prioridades de futuro. Desde la asociación PTP, Adrià Ramírez, puso como ejemplo de estas prioridades la conexión de los tranvías y su extensión hacia el Barcelonés norte, Esplugues, Sant Feliu de Llobregat o Molins de Rei. Además, pidió mejoras en la red de Cercanías, especialmente en las líneas R4, R1 y R3, ya que "se arrastra un déficit inversor de hace más de veinte años, a pesar de los esfuerzos de los últimos tiempos", y también mencionó proyectos como el TramCamp en Tarragona, que unirá con el tranvía núcleos urbanos y económicos, para pedir mayor atención a todo el territorio. "No podemos olvidar las otras áreas metropolitanas y las carencias de otras partes del territorio. Desgraciadamente, en la planificación territorial todavía pesa un centralismo barcelonés muy grande".
Es necesario integrar la infraestructura ferroviaria en los núcleos urbanos.
Por su parte, la alcaldesa de Gavà, Gemma Badia, defendió el tren como el sistema de transporte con mayor capacidad de futuro por los beneficios sociales y el ahorro de CO2 que comporta. Por ello, reclamó que "los proyectos ferroviarios deben adecuarse a los núcleos urbanos, ya que las ciudades han ido creciendo y es necesario fomentar los sistemas intermodales para dar respuesta a las nuevas necesidades de los ciudadanos, con una red ferroviaria conectada con otros sistemas de transporte o los carriles bici". En este sentido, reivindicó un proyecto clave para el Delta del Llobregat como la línea R3, también conocida como el Metro del Baix Llobregat. "Hay que poner en la agenda las inversiones necesarias para dar servicio a los núcleos urbanos", defendió Badia.
En esta línea Ricard Font, actual secretario general del Departamento de la Vicepresidencia y de Políticas Digitales y Territorio de la Generalitat, y antes presidente de los Ferrocarriles de la Generalitat, añadió que, para permitir la intermodalidad de la movilidad metropolitana, las estaciones deberían de ser hubs de movilidad, donde poder tomar el autobús; la bici, el patinete o el coche compartido; el taxi; etc. así como poder dejar el vehículo privado (ya sea bici, patinete o coche).
Desde el Ayuntamiento de Barcelona y ATM, Laia Bonet, defendió que "los proyectos planificados hace diez o quince años siguen siendo perfectamente válidos, pero necesitamos ejecutarlos y ver cómo podemos financiarlos. No podemos dejar pasar más tiempo. No podemos dejar escapar el tren, ya que tenemos una larga lista de proyectos pendientes". Bonet puso algunos ejemplos, como la línea orbital ferroviaria, "más necesaria que nunca", el proyecto para conectar el tranvía o la construcción de los tramos centrales de las líneas 9 y 10 de metro.
Con una visión más optimista, el coordinador del Plan de Cercanías de Cataluña, Pere Macias, apuntó algunos de los proyectos pendientes que, finalmente, verán la luz en los próximos años, y que representarán un gran incremento de la oferta del transporte ferroviario. "Esta década veremos las líneas 9 y 8 de metro terminadas, la red de tranvías conectada, y tendremos la gran estación de La Sagrera que será una gran estación intermodal con ocho andenes para la alta velocidad, ocho más para Cercanías y que tendrá una nueva estación de autobuses muy necesaria para Barcelona". Según Macias, se trata de una oportunidad que las administraciones deben aprovechar para diseñar nuevas políticas urbanas en favor del transporte público.
Mejorar el sistema de transporte público más allá de Barcelona
"Sin duda, esta década daremos un salto muy importante, pero en paralelo nos toca planificar el futuro y tomar decisiones sobre las infraestructuras ferroviarias más allá de Barcelona: en el Baix Llobregat, el Maresme y en los dos vallesos donde viven casi tantos habitantes como en la ciudad de Barcelona", explicó quien también fue consejero de Política Territorial y Obras Públicas. Una visión que compartió Ricard Font, quién lamentó que "muchas de las infraestructuras que no se han podido hacer, ha sido para la falta de financiación de las administraciones públicas que han tenido otras prioridades antes que el transporte ferroviario”.
Según Font, actualmente, "la prioridad del transporte público debe ir más allá de la segunda corona metropolitana, donde por falta de alternativas de transporte, la gran mayoría de la población todavía se desplaza en vehículo privado. Éste es el grand reto, y pensar en qué haremos a partir de 2030, porque los proyectos tardan muchos años en planificarse y ejecutarse, y es necesario empezar a pensarlos ahora. Desde la perspectiva de los usuarios y construyendo redes intermodales".
Nuevos usos y servicios para las estaciones de tren
Ricard Font apuntó el hecho de que el transporte público debe feminizarse, las mujeres son las principales usuarias del transporte público y, por lo tanto, las estaciones y su entorno deben estar diseñadas pensando en las mujeres. Es decir, deben estar en los centros urbanos y no en medio de la nada, deben estar bien iluminadas, sin túneles aislados, etc. en definitiva, deben ser sitios seguros.
Otra parte del debate se centró en el papel que pueden jugar las estaciones ferroviarias -grandes y pequeñas- para articular áreas de centralidad urbana, y qué actividades pueden albergar las estaciones para mejorar la experiencia del viajero. Una de las cuestiones que se puso sobre la mesa, a raíz de las preguntas del público, fue el futuro de la Estación de Francia de Barcelona. Al respecto, Pere Macias, defendió la preservación de la estación como patrimonio histórico de la ciudad. "Con todo, habrá que darle nuevos usos sin descatalogar el uso ferroviario de la estación, al menos a corto plazo, porque todavía es necesario. Su futuro tendrá mucho que ver con el uso que decidimos dar a todo el entorno litoral de esa zona de Barcelona". Por su parte, Laia Bonet, apuntó la idea, que hace tiempo que se plantea, de hacer un Museo del Transporte Público que recoja su historia en nuestro país en un lugar emblemático como la Estación de Francia.
Sobre estos nuevos usos de las estaciones, el presidente de la asociación PTP, Adrià Ramírez, puso ejemplos de otras ciudades europeas que han integrado las estaciones de tren en el espacio urbano para vincularlas a las actividades culturales del entorno, con espacios adecuados para ofrecer otros servicios o zonas de aparcamiento para coches y bicicletas. Por su parte, Pere Macias puso un ejemplo más cercano, el caso de Mataró, donde ADIF está elaborando un proyecto siguiendo el modelo francés para construir un gran hall de entrada a la estación con servicios, comercios y pasos subterráneos con accesos directos a los andenes integrando, de esta manera, la estación al núcleo urbano.
Avanzar hacia un sistema de transporte intermodal
Precisamente, Laia Bonet, defendió la necesidad de crear más plazas de "park and ride" o aparcamientos disuasorios. "Son muy necesarios si queremos que el transporte público sea la opción mayoritaria entre los ciudadanos, sobre todo en las segundas y terceras coronas. El Plan de Movilidad metropolitano ya lo contempla, pero hay que volcar más esfuerzos porque lo que se ha hecho hasta ahora es insuficiente". Por eso, puso el ejemplo de Madrid, donde según dijo, existe un plan para crear 90 aparcamientos con cabida para 40.000 plazas de coches. "No se trata de incentivar el uso del vehículo privado porque sí, sino de facilitar estos trayectos hasta las estaciones de tren para potenciar el uso del transporte público", explicó la también presidenta de TMB, Laia Bonet.
También con la mirada en el futuro, Ricard Font, expuso otro reto: "Hay que facilitar a los usuarios una app o una tarjeta digital para que puedan acceder a un sistema multimodal para realizar sus trayectos enlazando diferentes tipos de transporte: tren, car sharing, taxi, bici, patinete eléctrico, etc.". En este sentido, reivindicó las estaciones como hubs multimodales que faciliten ese acceso a las diversas opciones de transporte. "Las estaciones deben ser espacios urbanos y amables, en el centro de las ciudades y bien integradas en su entorno", defendió Font.
Finalmente, todos los participantes en el debate coincidieron en que es necesario más consenso entre las administraciones para trabajar juntos los gobiernos estatal, catalán y locales. Dejar de lado el centralismo y buscar el entendimiento pensando en los ciudadanos y usuarios del transporte público y ferroviario.
La transformación de la ciudad es un ciclo de debates organizado por la Fundación Catalunya Europa con la Fundación La Caixa, el Club de Roma y la Sociedad Catalana de Ordenación del Territorio, que recibe el apoyo del AMB, la Diputación de Barcelona, el Ayuntamiento de Barcelona, el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet y el Ayuntamiento del Prat de Llobregat.