Manuel Castells: Cultura y educación, claves para combatir las desigualdades en la era digital



"La idea que existe una línea divisoria entre los que tienen internet y los que no es Medieval. Lo que nos queda ahora es una transición generacional". Quien lo decía es el reconocido sociólogo y ecnomista, Manuel Castells, autor de La era de la información, en una conferencia que abordaba dos grandes procesos globales: Desigualdad Social y Comunicación Digital, dentro del ciclo "Combatir las Desigualdades Sociales, el Gran Reto Global", organizado por la Fundación Catalunya Europa con el apoyo de la Caixa, Ayuntamiento de Barcelona, Generalitat de Catalunya y Club de Roma. 

Internet, dice Castells, es la tecnología de más rápida difusión de la historia. Actualmente se contabilizan 5.000 millones de usuarios y 7.000 millones de abonados de telefonía movil. El impacto de esta tecnología es tan grande, que un estudio hecho en Latinoamérica demuestra que las personas ponen por delante la capacidad de comunicación móvil a la alimentación. El lo que Castells llama la conectividad permanente.

Pero a pesar de la rápida expansión tecnológica a nivel global, las desigualdades no solo persisten, sino que aumentan. La clave entonces, no se encuentra en la conoxión per se sino en como la utilizamos en terminos de información, señales y contenidos. En aquí entonces, donde la cultura y la comunicación tienen un papel fundamental. "La desigualdad en internet va ligada al capital cultural de las familias", afima Manual Castells. Como teorizó Melvin Kranzberg: "la tecnologia no es ni buena ni mala, pero tampoco es neutra. Como toda herramienta, necesita un marco de aplicación". 

Por géneros, donde se produce la desigualdad no es en el uso, ya en un mismo nivel educativo se detectan diferencias, sino en otros términos. Por ejemplo, hay un sesgo sistemático antifemenino en las escuelas de ingeniería de todo el mundo. Este sesgo es aun más importante en el mundo de los hackers, donde las pocas mujeres que se mueven no suele revelar su género. O el mundo de los videojuegos, que representa un 25 por ciento del tráfico de Internet, aun está extremadamente masculinizado. 

La expansión de Internet también supone cambios importantes en la manes de trabajar y aprender de las nuevas generaciones. "¿Qué es apreder en un mundo en el cual toda la información está en Internet?", se pregunta Castells. "Las nuevas generaciones, tienen menos capacidad de memorizar pero aumentan exponencialmente la capacidad de recombianr, es que la base de la creatividad. El cerebro humano, es mucho más potenete y creativo que las máquinas". 

Indudablemente, este cambio de paradigma está comportando cambios sociales acelerados. La supuesta destrucción de lugares de trabajo es una de las principales preocupaciones. Para Castells, se trata de un falso mito. Según diversos estudios, las empresas más vanzadasaumentan los lugares de trabajo. Pero el incremento de productividad que permite generar nuevos lugares de trabajo no lo origina solo la tecnología, sino que es necesario un repranteamiento organizativo a nivel empresarial. Según Castells, es fundamental acompañar la transición tecnológica con una transición educativa y formativa. "Hay dos tipos de trabajadores, los autopreogramados, es decir, personas con capacidad de resituarse, de buscar nuevas ocupaciones y los genéricos, que pueden ser sustituidos por cualquier otro trabajador o eventualmente por una máquina". Esta división, es la que hace que tengamos uno de los índices de desigualdad más altos de la história. 



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