Conferencia

Alistair Woodward: "El cambio climático es un disruptivo muy peligroso porque avanza rápidamente y en gran escala"



Cambio climático y salud

"¿Cómo explicarías en dos minutos al presidente Donald Trump que el cambio climático existe?". Esta es la pregunta que el profesor Alistair Woodward hizo a sus alumnos de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda. Y la mayoría eligieron una imagen, más convincente que cualquier explicación. Una gráfica del mismo profesor de epidemiología y bioestadística sobre la evolución de las temperaturas desde 1861 que muestra cómo se ha producido el calentamiento del planeta. Concretamente, se observa el aumento progresivo de las temperaturas en la parte baja de la atmósfera y cómo se enfrían en la parte alta, como consecuencia del efecto invernadero. "El cambio climático es real. No hay duda, al igual que sabemos que la gravedad existe, el cambio climático existe", sentenció el experto en salud medioambiental invitado por la Fundación Catalunya Europa. Alistair Woodward participó el 22 de noviembre en el ciclo "Hagamos frente al cambio climático" de la plataforma Re-City organizado con la colaboración de BBVA y el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona y el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya. El experto no dejó a nadie indiferente y respondió muchas preguntas del público asistente a la conferencia celebrada en la Fundación Antoni Tàpies.

La conferencia fue moderada por Xavier Rodó, investigador de ICREA, jefe del programa de investigación en Clima y Salud de ISGlobal y asesor científico de Re-City, que presentó el ponente como "uno de los líderes mundiales en el ámbito de la salud y el cambio climático ".

Alistair Woodward afirmó que "el cambio climático es un cambio disruptivo muy peligroso porque se está produciendo a una gran velocidad y, además, está pasando a gran escala. Ya estamos sufriendo sus efectos de una forma clara". Algunos ejemplos son el aumento de enfermedades coronarias o respiratorias por la mala calidad del aire; el incremento de las inundaciones, ahora seis veces más probables que a finales del siglo XX; o las enfermedades producidas por los mosquitos que se están expandiendo como consecuencia del calor, como demuestra el primer caso de dengue autóctono detectado recientemente en Barcelona, el sexto producido en España en poco tiempo.

El experto fue contundente: "si queremos hacer frente al cambio climático, no será suficiente con reducir las emisiones de dióxido de carbono. Hay que introducir cambios en nuestros estilos de vida y ser radicales, sino no conseguiremos el objetivo de los Acuerdos de París de limitar a 2°C el calentamiento global ", límite rebajado a 1,5°C por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU. Por todo ello, Woodward planteó algunas medidas polémicas como la implantación de un impuesto sobre la carne o los alimentos para frenar la emisión de gases de efecto invernadero. También propuso equipar mejor las viviendas para que no se pierda el calor y se gaste menos en calefacción; ir en bicicleta en lugar del coche o la motocicleta, o limitar el transporte privado en el centro de las ciudades. "Los coches eléctricos son una buena solución para no causar emisiones de dióxido de carbono" explicó Woodward, "pero no son la solución a la congestión de las ciudades. Es igual si son vehículos eléctricos o no, el problema de la movilidad es que hay demasiados coches. Por eso se necesitan ayudas al transporte público y las bicicletas eléctricas. De esta manera podríamos reducir el 60% de emisiones de carbono ". Actualmente, añadio el experto, "la contaminación del aire es el principal desafío del cambio climático, provocado por la combustión de fósiles de carbono. La combinación de la mala calidad del aire con el incremento de la temperatura produce un impacto para la salud aún más nocivo ".

Ante esto, Alistair Woodward, afirmó el cambio climático "es un desafío a todos los niveles pero es posible y tiene sentido intentarlo. Ahora bien, requiere medidas políticas y consenso para garantizar su aplicación" dijo quien también es miembro del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU. En este sentido, expuso que Nueva Zelanda está elaborando una ley para alcanzar la emisión cero de dióxido de carbono antes de 2050 y habló de una figura de reciente creación, el síndico de agravios del medio ambiente para velar por que se actúe con el menor impacto posible en el entorno.

El ponente también apeló al papel de las ciudades como motores de cambio. "Las ciudades pueden responder de una manera creativa, ya que el cambio climático puede ser un estímulo para la regeneración de las ciudades. El cambio climático puede hacer que las ciudades sea más seguras, más sanas, más sostenibles y además más alegres, porque la gente sonríe más cuando camina por las zonas vedas ". Las ciudades -añadió Woodward- deben establecer redes de colaboración y hacer políticas medioambientales transversales en ámbitos como la movilidad y el transporte, el uso de la bicicleta, la gestión de los residuos, la contaminación y la calidad del aire o las reformas de edificios para hacerlos más eficientes.

El experto terminó su conferencia con un mensaje optimista y con una cita del ex alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, en su libro "Un clima de esperanza": "hay que cambiar la manera de pensar sobre el cambio climático, ir de abajo a arriba, de coste a beneficios y de mañana a hoy ". Concluyó, para poner de manifiesto que estamos ante un reto inaplazable y que a la vez es una oportunidad para avanzar hacia una sociedad mejor.




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