La ética del cambio climático.
"Negar la existencia del cambio climático, es el principal problema para empezar a solucionarlo", advirtió el profesor de la Universidad de Yale, John Roemer, en su conferencia "La ética del cambio climático" dentro del ciclo "Hagamos frente al cambio climático" de la plataforma Re-City que organiza la Fundación Catalunya Europa con la colaboración de BBVA y el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona y el Departamento de Territorio y Sostenbilidad de la Generalitat de Catalunya.
El economista estadounidense se refería a los que, como el presidente de su país, Donald Trump, cuestionan la existencia del cambio climático y se oponen a la cooperación entre los países para luchar juntos contra sus efectos. Según John Roemer, sin cooperación será muy difícil cumplir con los Acuerdos de Paris y reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Por ello, fue muy crítico con Donald Trump y su decisión, cuando llegó a la Casa Blanca en 2017, de retirar los Estados Unidos de los acuerdos firmados en París por 195 países, justo ahora hace tres años, el 12 de diciembre de 2015. Una decisión que Roemer lamenta profundamente porque "desde entonces EEUU no ha hecho nada contra el cambio climático. Por suerte, algunos estados, como California, si están dando pasos adelante con legislaciones específicas, por su cuenta, al margen del gobierno federal de la Casa Blanca", explicó Roemer. "Pero mientras los electores mantengan Trump en el despacho oval, el resto de países tendrán que hacer más presión para que los Estados Unidos no se desmarquen totalmente de esta lucha, porque estamos ante un problema global ".
John Roemer, que también es profesor de Ciencias Políticas en Yale, calificó el acuerdo de París como "un ejercicio de cooperación muy importante pero insuficiente. No hay forma de comprobar el grado de cumplimiento de los países, pero suponiendo que todos cumplieran, tampoco ello sería suficiente para mitigar las consecuencias del calentamiento global "
La cooperación, la clave del éxito.
John Romer hizo su conferencia el 11 de diciembre, ante un auditorio lleno, en la Fundación Antoni Tàpies de Barcelona, donde desgranó su teoría para hacer compatible la lucha contra el cambio climático con el crecimiento económico, ayudando a reducir las desigualdades entre los países, de forma sostenible y con el menor impacto ecológico para la población mundial y las futuras generaciones. La conferencia fue moderada por Humberto Llavador, profesor de la UPF y de la Barcelona Graduate School of Economics, y autor, junto con Roemer y el profesor Joaquim Silvestre, de la Universidad de California, del libro: "Sustainability for a warming planet" publicado por la Universidad de Harvard, obra con la que ganaron el Premio Catalunya de Economía 2017.
El sistema que los tres autores proponen se basa en un impuesto a las empresas por el uso de cada tonelada de carbono, para así frenar la emisión de dióxido de carbono y de gases de efecto invernadero. El dinero recaudado se destinaría a un fondo global que serviría para compensar a los países más pobres y ayudarles a su desarrollo. Previamente, los países deberían acordar unánimemente el precio de esta tasa al carbono y fijar un límite de emisiones de gases contaminantes para no superar el 1,5ºC de calentamiento global establecido por el grupo de expertos del IPCC de la ONU en su último informe. También se fijarían unas cuotas y unos permisos anuales por país para poder controlar la producción de gases. El objetivo del impuesto no es solo recaudar fondos sino también disuadir a las empresas para que abandonen el uso del carbono y evolucionen hacia las energías renovables. De este modo, Roemer, calcula que en 50 o 75 años se podría reducir el uso del carbón en un 95%.
En su estudio, establece que el impuesto sería de unos 135 dólares por tonelada de carbón y el fondo global sumaría un trillón de dólares, lo que permitiría disponer de 500 mil millones de dólares anuales para ayudar a los países con menos recursos, una cifra cinco veces superior al fondo previsto en los Acuerdos de Paris. Roemer ha hecho una simulación a 40 años vista de los resultados de su sistema, pero no ha previsto una fecha de inicio. "Cuando antes empecemos mejor, no hay alternativa", afirma el experto. Así, los países más contaminantes son los que más pagarán el precio de esta contaminación. Como ejemplo, los EE.UU. aportarían al fondo 175 mil millones de dólares; China, 136 mil; Japón, 19 mil; y Europa, 14 mil. Mientras que, al otro lado de la balanza, el continente africano recibiría del fondo 331 mil millones de dólares y la India, 121 mil millones.
Se trata de un sistema que no impide el crecimiento ni empobrece a los países con menos recursos, a la vez que corrige las desigualdades, gracias a un principio de solidaridad que permite hacer frente al mayor problema al que se enfrenta nuestra civilización. Pero, la clave para el éxito del sistema, según Roemer, es la cooperación entre todos los países, el diseño de políticas de convergencia y la creación de medidas restrictivas para frenar las desigualdades que generan problemas económicos como el paro o que dan alas al populismo político. Sin cooperación, será imposible combatir el cambio climático.